La decisión del presidente Felipe Calderón de no renovar a Guillermo Ortíz como gobernador del Banco de México tiene sus riesgos: pone fin al mandato de un hombre que se ha convertido en algo tan cercano a una estrella de Rock and Roll como lo pudiera ser un gobernador de un banco central de un país en desarrollo.
LE. ALDAN CEDILLO
FUENTE:Sentido Común
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