miércoles, 6 de febrero de 2013

China pone en marcha un ambicioso plan para reducir las desigualdades sociales

El presidente chino, Hu Jintao, cederá la jefatura del Estado al vicepresidente y secretario general del Partido Comunista Chino (PCCh), Xi Jinping, en la sesión anual del Parlamento, que tendrá lugar el mes que viene. La transferencia de poder ya está en marcha, y, con ella, las promesas de mejora del nivel de vida de la población. El Gobierno ha desvelado un ambicioso plan para reducir las desigualdades sociales, que incrementará el salario mínimo y gravará más a las empresas estatales, con objeto de financiar la seguridad social. El programa asegura que el salario mínimo deberá situarse en el 40% del salario medio urbano en la mayor parte de China para el año 2015.

La puesta en marcha del plan se produce después de que los líderes chinos dejaran clara su preocupación por el creciente descontento ciudadano con los excesos del partido, la corrupción oficial y las grandes disparidades sociales en sus discursos durante el 18 Congreso del PCCh, celebrado en noviembre. Hu Jintao prometió en el cónclave reformas económicas y mayor riqueza para la gente, y dijo que para 2020 China duplicará los ingresos per cápita de la población tanto urbana como rural con respecto a 2010.

El país asiático es uno de los más desiguales del mundo. El coeficiente Gini —que mide las disparidades en una escala de 0 a 1— fue del 0,474 en 2012; por encima del 0,4%, la cifra que los analistas consideran como el punto a partir del cual existe un peligro potencial de disturbios sociales.
“La brecha entre las zonas urbanas y las rurales y la diferencia de ingresos entre ciudadanos es relativamente grande, estos están distribuidos irregularmente, hay problemas obvios de ingresos no claros e ilegales, y algunos grupos viven en condiciones difíciles”, señala el documento publicado a última hora del martes por el Consejo de Estado.

Reequilibrar la sociedad china ha sido uno de los objetivos declarados por el partido desde que Hu Jintao llegó al poder hace 10 años, aunque ha tenido poco éxito en su cumplimiento. Pekín ha tomado ahora medidas más contundentes, que pasan por una reforma de los impuestos. Empresas estatales, especuladores inmobiliarios y ricos deberán pagar más para intentar disminuir el abismo entre las élites urbanas y los cientos de millones de pobres que viven en las regiones rurales. El plan aprobado por el Gobierno incluye también la reforma de los tipos de interés bancarios para orientarlos al mercado y permitir que los ahorradores obtengan mayores réditos de sus depósitos y más seguridad.

Una de las principales medidas adoptadas exige a las empresas estatales para 2015 un incremento del 5% en el porcentaje de los beneficios que deben aportar al Gobierno. Se trata de un paso crucial para financiar el desarrollo de los sistemas de pensiones y seguridad social, sin los cuales las familias se resisten a consumir para disponer de ahorros con los que hacer frente a la vejez o problemas de salud. Además, los aumentos de sueldo de los altos ejecutivos en las compañías estatales deberán ser inferiores a los de los empleados.

Los partidarios de las reformas aseguran que reducir la brecha de riqueza requiere no solo gastos sociales, sino cambios fundamentales en la estructura económica, para frenar el dominio de las empresas públicas, que controlan un amplio abanico de sectores, como la banca, el petróleo y las telecomunicaciones, y tienen numerosos apoyos del Estado de los cuales carece el sector privado.
Con el incremento del salario mínimo y la mejora del retorno en los depósitos bancarios, el Gobierno da pasos claves en la necesaria transformación del modelo económico para ligarlo más al consumo interno y menos a la inversión y las exportaciones. El plan promete más gasto en sanidad y educación, y crear más oportunidades para que los trabajadores emigrantes de las zonas rurales transfieran su residencia legal a las ciudades, donde los sueldos y los servicios sociales son mejores.

Los expertos consideran que incrementar los ingresos de la población rural no solo es necesario para mantener la estabilidad social sino también para impulsar el consumo y garantizar un crecimiento económico continuado a largo plazo.

 Recuperado de http://internacional.elpais.com/internacional/2013/02/06/actualidad/1360136507_665925.html  6/febero/2013

viernes, 1 de febrero de 2013

Podría ser un "antecedente para triangular el comercio internacional", advierte Con Dragon Mart México perderá capacidades comerciales: CCE


Preocupa a empresarios que el proyecto desplace a productores y empresas locales
Exigen investigar si no será una forma de cubrir prácticas desleales en la fase de importación



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Uno de los socios del proyecto Dragos Mart, Carlos López Rodríguez, en una conferencia de prensa ofrecida a principios de eneroFoto Pablo Ramos García

 Si el proyecto Dragon Mart representa un antecedente para triangular el comercio internacional y crear un acceso preferencial al mercado de Estados Unidos, entonces los mexicanos estamos en la antesala de una pérdida de capacidades productivas y de creación de comercio, alertó el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
En su análisis semanal, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp), que depende del CCE, advirtió que la racionalidad económica sugiere no ponerle la mesa del libre comercio regional a una economía que no practica nuestros mismos principios sobre la base de una competencia real y ajena a todo tipo de intervencionismo y control estatal.
Señaló que la preocupación mayúscula de los empresarios en torno a las implicaciones que podría tener el proyecto Dragon Mart (complejo comercial de 562 hectáreas que se instalaría en Cancún para la exposición permanente y venta de productos chinos) es si podría desplazar a los productores y empresas locales.
El organismo consideró que la preocupación de los industriales no es infundada si se considera la creciente cuota del mercado mexicano para las importaciones provenientes de China que, dijo, responde a una mayor competitividad de sus manufacturas.
Agregó que si bien dicha competitividad se basa en los bajos costos salariales que enfrentan las empresas chinas, también obedecen a un fuerte intervencionismo del Estado, lo que provoca un desplazamiento de los productos mexicanos en las relaciones bilaterales entre México y China.
De acuerdo con el análisis del CEESP, las oportunidades de hacer negocios y la llegada de inversión extranjera directa (IED) son fundamentales para México, pero advirtió que se deben revisar cuidadosamente los proyectos que se proponen a partir de Dragon Mart.
Precisó que una de las principales preocupaciones se refiere a la incidencia sistemática de China en casos de dumping, además de ser el país que más ha infringido los derechos de propiedad intelectual. A junio de 2012 China acaparó el mayor número de medidas antidumping (24 por ciento del total) registradas por la Organización Mundial del Comercio.
Se requiere una investigación seria y urgente de las autoridades federales antes de autorizar cualquier forma IED para tener la certeza de que un centro de acopio, exhibición y distribución (y su momento de ensamblaje) como el propuesto no representa una forma de cubrir y triangular prácticas desleales durante la fase de importación. Más aún, conviene evaluar si una propuesta de este tipo no implica un desplazamiento real del comercio en México, puntualizó el organismo.
Tanto la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) como la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) han externado su rechazo absoluto a la construcción del complejo, al advertir que afectará y sentará un precedente negativo para el sector y la economía nacional al fomentar la competencia desleal.
El Centro de Estudios del CCE señaló que el carácter intrínseco de no mercado de la economía China es un argumento que hace cuestionar la lógica de Dragon Mart, porque dijo que es un hecho que el gobierno chino ha apoyado y usado sus empresas estatales como palanca de desarrollo, lo que puede considerarse una subvención gubernamental para competir en los mercados globales.

 Miranda Juan Carlos, Recuperado de http://www.jornada.unam.mx/2013/01/28/economia/027n1eco 01-02-2013 Periódico La Jornada Lunes 28 de enero de 2013, p. 27,